Son varios los elementos que luego de la existencia y la permanencia de la Institución durante tres décadas en esta región Boyacense, se juntan para construir una manera de educar propio, que se traduzca en su filosofía.
En todas las épocas de la historia, han surgido modelos y modos particulares de ser, en la perspectiva educativa. Los liceos griegos, la escuela abierta de los EEUU, la llamada escuela tradicional, los monacatos medievales y la individualidad renacentista marcan pautas particulares en la historia educativa.
El Colegio Seminario en relación a los elementos doctrinales de la iglesia Católica muestra una forma específica de su ser educativo.
El Colegio Seminario tiene una identidad de vida vocacional. Se crea y se moldea con la ilusión de ayudar a los jóvenes colombianos a descubrir su vocación profesional auténtica y a redescubrir su vida Cristiana para configurar un proceso de servicio a los demás. Esta doble perspectiva no se rompe con el hilo religioso, sino que continúa cuando los jóvenes son inducidos a escoger en su vida profesional y laboral aquello que piensan formará parte de su felicidad.
De igual modo, un segundo elemento entrelazado con el entusiasmo vocacional inducido, es que los jóvenes aprendan y desarrollen su capacidad de liderazgo.
El Seminario concientiza que los líderes no nacen, sino que se hacen, se construyen, se modelan, se moldean, se ponen en evidencia cuando se calcan sus cualidades. Los líderes juveniles deben tener y construir dos cualidades especiales: propositivos y transformacionales. Los líderes propositivos deben estar inducidos por la creatividad, las buenas ideas y la bondad de su corazón. Si las personas cambian o proponen cambiar en algo su realidad personal, comunitaria o social ya son transformacionales.
Las ideas, unidas a procesos pensados y organizados hacen que los líderes sean transformacionales. Un líder que no cambia la realidad o la transforma, no es un líder autentico.
El tercer elemento de nuestra filosofía encierra el modelo pedagógico aplicado. Pedagogía Conceptual recoge tres dimensiones esenciales del ser humano: su conocimiento, sus sentimientos y su expresión. Miguel de Zubiría lo expresaba en uno de sus libros Fundamentos de Pedagogía Conceptual configurando al ser humano como un conjunto de cabeza, corazón y cuerpo.
Teóricos de la psicología genética como Piaget, Merani, Vygosky, procuran un modelamiento de los niños y jóvenes de acuerdo a su edad.
El Colegio Seminario respeta el desarrollo mental y físico de sus estudiantes. Existen distintas formas de expresión del desarrollo mental y físico de acuerdo al pensamiento de las teorías, sin embargo, el Colegio Seminario propende por el respeto del desarrollo integral heterogéneo de sus estudiantes.
Cada ser humano, cargado con un potencial especial desde su creación, necesita de instrumentos y operaciones para mejorar su conocimiento y percibir mejor su realidad. Pedagogía Conceptual inserta nuevas operaciones e instrumentos en el conocimiento, para que utilizadas en el aprendizaje agilice el desarrollo mental.
El ámbito de la Teoría de las Seis Lecturas, la inteligencia afectiva, el rechazo en la medición del coeficiente intelectual, la innovación curricular y la aplicación del instrumento mentefactual, permiten mejores desarrollos cognitivo-afectivos de los discientes y mejor cercanía a la ciencia.
Para cada una de las etapas del desarrollo mental, se pueden configurar y utilizar instrumentos y operaciones, unidas a la amalgama neurológica existente, que posibilita mejores y estables conocimientos.
Por esta razón, el Colegio propende por canalizar el desarrollo de nociones, conceptos y categorías de pensamiento, a través de la competencia lectora y el manejo de instrumentos orales que favorezcan la escritura. El uso de medios adecuados en este campo es muy importante.
Coyunturalmente los conceptos son utilizados como medio constructivo y expresivo del conocimiento, de tal forma que incluso la plataforma curricular se construye bajo un esquema conceptual.
Habrá distintas formas de expresar los conceptos, pero nuestro modelo pedagógico enfatiza una forma particular de hacerlo, con la certeza de un aprendizaje apropiado con coherencia, que desde tiempos inmemoriables se llama aprehensión. Queremos que el estudiante no aprenda sino apreh-enda, es decir juntamos el saber, con el saber-hacer e incluso con el sentir.
El modelo quedaría inconcluso si lo dejáramos con esta indicación. Luego el siguiente elemento, contiene las ricas ramas de un pensamiento humanizante. Las vertientes y desarrollos del humanismo son tan diversos y ricos en expresión, que basta solo con re-leer su historia para desmedirse en comentarios. El Colegio Seminario dentro de un marco filosófico propio le apuesta al respeto y al cultivo del hombre, desde su tarea humanizada y humanizante.
En humanidades, porque no se entendería a un líder propositivo y con una estructura conceptual garantizada, que no favoreciera el desarrollo respetuoso de su prójimo.
La tarea, lógicamente se complementa con el cultivo, dedicada expresión y permanente insistencia en los valores que son propios a nuestra cultura. Los valores como riquezas especiales de tono individual y comunitario, pernean e iluminan todo el clima organizacional de la Institución.
Un mundo globalizado, tiene una exigencia especial en la comunicación. Hasta el momento el idioma sacado de las lenguas romances por los vericuetos políticos de occidente, es el inglés. El Colegio se inclina por preparar a los estudiantes en esta práctica de la época, que posibilitará mejores espacios de comunicación y participación en las vertientes universitarias y empresariales.
El Colegio demuestra que los signos de comunicación son extensos, movibles y necesarios para fortalecer nuevos rumbos en el conocimiento. No se aprende el pequeño mundo del entorno, sino que se aprehende el gran mundo de Dios.
Dentro de la perspectiva de unas estructuras educativas, la permanencia y el trabajo estudiantil son factores indispensables para el aprendizaje.
El talento requiere de una dedicación especial, que se junta con el qusto, y que particulariza las horas y el querer sumergirse en los aguas del conocimiento de manera dedicada, cotidiana, sin descanso.
Solamente a partir del trabajo, metódico, estructurado, apasionado, y contextualizado con estrategias orgánicas en operaciones cognitivas, se producen auténticas operaciones mentales, capaces de cambiar o modificar los elementos procesales del aprender. El Colegio Seminario opta desde su filosofía por esta modificabilidad de las estructuras cognitivo-afectivas, muy a pesar de las costumbres sociales del entorno, que fantasean con la superficialidad.